La enfermedad de Hansen y la migración

por Isabella Rezende,

Curso de Medicina, Universidad Federal de Espírito Santo

Hugo Pessotti Aborghetti,

Curso de Medicina, Universidad Federal de Espírito Santo

Rafael Moraes,

Curso de Medicina, Universidad Federal de Espírito Santo

Marcos Túlio Raposo,

Departamento de Salud I de la Universidad Estatal del Sudoeste de Bahía 

y Patrícia Duarte Deps.

Departamento de Medicina Social, Universidad Federal de Espírito Santo

/11/2020

La enfermedad de Hansen es una enfermedad infecciosa tropical desatendida (NTD) que, si no es tratada a tiempo, puede conducir a discapacidades y minusvalías permanentes. La enfermedad de Hansen está relacionada con un conjunto de características ambientales, sociopolíticas y sanitarias que suponen un reto para las políticas de salud pública. También es una enfermedad de notificación obligatoria que moviliza a las autoridades públicas y a la sociedad para las acciones de control y prevención.

La enfermedad de Hansen es un problema de salud pública mundial - en 2019 se diagnosticaron 202.185 nuevos casos en todo el mundo - 27.863 en el Brasil, lo que representa el 93% de los casos en las Américas (1). En Brasil, la enfermedad está presente en todo el país en un patrón irregular de distribución en las regiones y estados, con una mayor endemicidad en las regiones del norte y centro-oeste (2). 

La enfermedad de Hansen, como problema de salud pública, se inscribe en el contexto de las personas que viven en situaciones vulnerables. Este término se utiliza en el ámbito de la salud para referirse a la susceptibilidad de las personas a los problemas de salud y a las epidemias y suele estar asociado a una situación socioeconómica baja (3). Por consiguiente, la vulnerabilidad se refiere al grado de capacidad o habilidad para anticiparse, afrontar, resistir y recuperarse de los efectos de los problemas de salud. La vulnerabilidad es aplicable a situaciones de personas aisladas, inseguras e indefensas ante el riesgo, la conmoción o el estrés, durante y después del proceso de migración (4).

Para la comprensión epidemiológica de una condición como la enfermedad de Hansen cuando se analizan los datos en relación con las corrientes migratorias internacionales, es evidente que los corredores migratorios describen flujos (de origen a destino) que involucran a países con diversos factores que contribuyen a la migración, incluidos los conflictos. Existe una asociación entre la migración y la enfermedad de Hansen inducida por el desplazamiento desde zonas de enfermedad endémica. En 2019, el 83% de las personas desplazadas internacionalmente procedían de diez países, cinco de los cuales (Myanmar, la República Democrática del Congo, Somalia, el Sudán meridional y el Sudán) se encuentran entre los 23 países prioritarios para la enfermedad de Hansen y que, en conjunto, representan el 5% de los nuevos casos (1,5). Aunque la India y el Brasil no figuran entre los 10 países con mayor número de desplazamientos internacionales, ocupan el primer y el segundo lugar en cuanto al número de casos mundiales, y juntos representan el 70% de los nuevos casos de enfermedad de Hansen en 2019 (1).

En Italia, 57 migrantes fueron diagnosticados con la enfermedad de Hansen entre 2009 y 2018, el 18% de los cuales procedían de América Central y del Sur, incluidos siete del Brasil (6). De 199 casos en personas nacidas fuera de España entre 2003 y 2018, 71 (36%) procedían del Brasil, 29 (15%) del Paraguay, 15 (8%) y 14 (7%) de Bolivia y Colombia, respectivamente, y un número menor de casos de otros 21 países (7).

La mayor duración de la estancia en el país de origen endémico se asocia con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Hansen en un país extranjero, mientras que el retraso en el diagnóstico de la enfermedad de Hansen en el país no endémico aumenta el riesgo de desarrollar discapacidades (8).

En general, los factores históricos y socioculturales de la pobreza relacionados con la migración influyen en la transmisión y distribución de la enfermedad de Hansen y en su control (4). Debido a las características clínicas de la enfermedad y a su largo tiempo de incubación, los migrantes afectados por la enfermedad de Hansen pueden tener dificultades para obtener un diagnóstico en el país de acogida (9). El diagnóstico de la enfermedad de Hansen importada es más difícil para los profesionales que trabajan en zonas no endémicas debido a su desconocimiento de la enfermedad y al bajo índice de sospecha clínica. Para superar esta limitación, se propuso que los profesionales de la salud responsables de ayudar a las poblaciones migrantes recibieran capacitación para identificar los signos y síntomas que sugieren la enfermedad, a fin de garantizar un diagnóstico y tratamiento oportunos (10). 

También hay que estar atentos a la posible aparición de la enfermedad de Hansen en las regiones en las que ya se ha eliminado la enfermedad. En el actual escenario de corrientes migratorias internacionales, las enfermedades transmisibles emergentes y reemergentes plantean un desafío para los servicios de salud. Este escenario pone de manifiesto la grave situación de la enfermedad de Hansen en el mundo, y su relación con la migración supone un nuevo obstáculo para su eliminación (11).


Enfermedad tropical desatendida (ETD) es un término utilizado para describir un conjunto de enfermedades que afectan a más de mil millones de personas en el mundo y están presentes principalmente en los países subdesarrollados, ubicados principalmente en las regiones tropicales y subtropicales del planeta, donde se concentran las poblaciones más pobres.


Referencias