El papel de la quimioprofilaxis en la reducción de la transmisión de la enfermedad de Hansen

por Taís Loureiro Zambon,

Curso de Medicina. Universidade Federal do Espírito Santo 

e Marcos Cesar Florian.

Serviço de Dermatologia, Universidade Federal de São Paulo.

La incidencia mundial de la enfermedad de Hansen ha disminuido en los últimos decenios, pero sigue habiendo miles de casos sin diagnosticar en los países endémicos y una subestimación del verdadero número de casos (1). Además, como se trata de una enfermedad crónica, existe la posibilidad de un diagnóstico tardío, lo que contribuye a que se produzcan discapacidades físicas y a que la transmisión continúe (2).

Los estudios epidemiológicos han demostrado que la probabilidad de encontrar personas con la enfermedad de Hansen sin diagnosticar es unas diez veces mayor en los contactos que viven en el mismo hogar que en las personas ya diagnosticadas que en la población general (3). Por lo tanto, los contactos deben ser uno de los principales focos de los planes de control de la enfermedad.

En este contexto, la quimioprofilaxis (prevención con drogas) surge como una estrategia para contener la transmisión de la enfermedad de Hansen. La intervención básica que se examina actualmente como quimioprofilaxis es la "profilaxis posterior a la exposición" (PEP), que se suele dar a los contactos de las personas afectadas por la enfermedad de Hansen, como familiares y vecinos (4).

Una de las principales drogas utilizadas, en particular en ensayos clínicos en países endémicos, es la rifampicina de dosis única (SDR), que tiene un efecto comprobado en la reducción de la infección en los dos primeros años después de su administración (5). La rifampicina es actualmente el fármaco de elección para la quimioprofilaxis debido a su bajo costo y al menor riesgo de efectos adversos y resistencia. 

En Brasil, se propuso que la PEP podría implementarse en los Programas de Salud de la Familia (Programas da Saúde da Família, PSF) permitiendo un fácil acceso a la persona afectada por la enfermedad de Hansen y facilitando el papel de los trabajadores de la salud en el tratamiento y control de la enfermedad (5). Esto conduce a una mayor adherencia al PEP porque en la mayoría de los casos los pacientes viven lejos de los lugares donde se distribuye la medicación y se lleva a cabo el tratamiento.

Sin embargo, todavía hay que tener en cuenta algunas advertencias. Los resultados de los estudios son variados, dependiendo del diseño del estudio y del tiempo de observación. Además, la eficacia de la quimioprofilaxis se reduce en las personas con mayor riesgo de enfermedad: contactos de personas con enfermedad de Hansen multibacilar, personas que viven en el mismo hogar y contactos que están relacionados genéticamente con el caso (5). Finalmente, la PEP no altera los determinantes sociales de la enfermedad de Hansen.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda intervenciones para la prevención de la infección y la enfermedad, pero no hace ninguna recomendación sobre la quimioprofilaxis como intervención para la enfermedad de Hansen porque las pruebas de su eficacia son limitadas (6).

El programa PEP++, financiado por Netherlands Hanseníase Relief (NHR) Brazil, es un estudio multicéntrico en los municipios de Fortaleza y Sobral. El objetivo del programa es detener la transmisión de la enfermedad de Hansen. Además de la quimioprofilaxis, el programa trata de fortalecer el sistema de salud pública y centrarse en las comunidades endémicas, mejorando las aptitudes de control de la enfermedad y promoviendo acciones de educación sanitaria que difundan el conocimiento y reduzcan el estigma.

El PEP++ se basa en un esquema de prevención reforzado. Las personas afectadas por la enfermedad de Hansen recibirán tres dosis de una combinación de rifampicina y claritromicina. Se espera que esta dosis tenga una efectividad del 80-90%, comparado con el 60% del actual esquema de prevención (SDR). El PEP++ tiene un enfoque innovador basado en: i) estrategias para la detección temprana de casos, incluida la elaboración de material educativo para mejorar la percepción y el conocimiento de la enfermedad y reducir el estigma; ii) la creación de capacidad para mejorar los conocimientos técnicos de los trabajadores sanitarios en materia de diagnóstico; iii) la identificación de grupos de enfermedades de Hansen mediante la cartografía de casos actuales y recientes basada en el sistema de información geográfica (SIG); iv) la cobertura de la quimioprofilaxis preventiva en todas las zonas de alta endemicidad de la enfermedad de Hansen (7).

Referencias